EL SARDINERO
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LOCALIZACIÓN
El Sardinero es un barrio y un importante enclave turístico del norte de la ciudad de Santander, capital del municipio del mismo nombre y de la comunidad autónoma de Cantabria.
Geográficamente, la zona de El Sardinero comprende desde la Península de la Magdalena, donde se haya el célebre Palacio de la Magdalena, hasta la zona de Mataleñas.
HISTORIA
A finales del siglo XIX se desarrolla en Europa el gusto por los llamados “baños de ola” y se buscan lugares idóneos para el reposo y la relación social, abiertos, ventilados y de clima suave. La ciudad de Santander aprovecha esta moda y, gracias al privilegiado litoral del que goza El Sardinero, se empieza a desarrollar una importante actividad turística en la zona que inicia también una gran actividad urbanística de alto nivel estético.
Todo comienza en 1846, cuando el Ayuntamiento de la ciudad, al ver que gran parte de los habitantes de la ciudad van a pasar los días de verano a las playas de El Sardinero, decide construir un camino que facilitara el acceso desde el centro urbano de la ciudad hasta las playas.
Al año siguiente, y debido a la gran popularidad de estos “baños de ola”, en la Gaceta de Madrid aparecen anunciados los de Santander.
Sin embargo, no es hasta el 1849 cuando comienza el verdadero desarrollo de la zona y se empiezan a pedir fondos para la construcción de edificios destinados al turismo.
Más tarde, en 1861, la reina Isabel II y su familia deciden pasar una temporada veraniega en Santander y disfrutar de sus “baños de ola”. La gran difusión de esta visita es la que acaba por propiciar la incorporación de El Sardinero a la lista de lugares de moda y de veraneo.
Poco a poco, El Sardinero se fue convirtiendo en una ciudad-balneario que atraía a numerosos visitantes de la burguesía castellana y madrileña a sus playas. Se construyen grandes y lujosos hoteles y casinos durante las últimas décadas del siglo XIX y la primera del XX, y en 1913, se inaugura en la Península de la Magdalena, el Palacio de la Magdalena, que sería la residencia veraniega del rey Alfonso XII.
A partir de esta construcción, se empiezan a realizar una serie de reformas urbanísticas acrecentándose el volumen e importancia de los nuevos edificios al más puro estilo Belle Époque. Se construyen así el Gran Casino del Sardinero, copiando el estilo del de Montecarlo, y el Gran Hotel de El Sardinero, ambos en la Plaza de Italia, en pleno centro neurálgico de El Sardinero. También se construye el Hipódromo de Bellavista y un campo de polo.
Ya en el año 1950 se empieza a una etapa de remodelación de la zona y, sin perder su función turística, El Sardinero se empieza a convertir en una zona residencial permanente de las clases adineradas.
En 1986, se declara la zona de El Sardinero como Bien de Interés Cultural.
Hoy en día, la configuración de ciudad-jardín que tuvo El Sardinero, ha sido sustituida por edificios residenciales frente a la primera y segunda playa de El Sardinero, así como la del Camello y la de los Bikinis.